26 marzo 2008

TERRORISMO MEDIÁTICO, LA GUERRA DE CUARTA GENERACIÓN


Prensa: MPS

El papel de los medios de comunicación –auténtico cuarto poder– puestos al servicio de intereses imperiales juega su rol más terrible en el “terrorismo mediático”; que no es más que el uso de la mentira sistemática difundida con objetivos políticos concretos: incrementar el poderío económico de las grandes potencias y mantener su esquema de dominación y desigualdad.
En la práctica del terrorismo mediático no importa la verosimilitud de la información, sino que la misma se difunda y se propague. Aquí, los valores éticos asociados al periodismo no tienen cabida, lo importante es la magnitud del alcance y de la consigna trasmitida. Tal com ha afirmado el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, estudioso del tema: “en los medios de comunicación la parcialidad, la falta de objetividad, la mentira, las manipulaciones o simplemente las imposturas, no cesan de aumentar”.
El terrorismo mediático se inserta en lo que se ha denominado Guerra de Cuarta Generación, también conocida como guerra psicológica o guerra sin fusiles, cuyo objetivo es crear matrices de opinión para producir conductas determinadas en las sociedades. El escritor Robert J. Bunker, teórico del tema, explica que la emergente guerra de cuarta generación prevé estar firmemente basada en las ideas, en particular las ideas no occidentales; en otras palabras, es la intención del imperio norteamericano en lograr su hegemonía ideológica, que es al mismo tiempo política, económica y cultural.
Así como la guerra militar busca la conquista territorial a través del contro político y la guerra económica pretende la conquista de recursos, la guerra psicológica pretende la conquista de las mentes a través del control ideológico mediante los medios de comunicación.
El escenario de esta guerra es virtual y se orquesta desde estudios de televisión. Así, el alcance de la bomba mediática pretende modificar conciencias a escala global, creando matrices de opinión prediseñadas.
En esta guerra la artillería está constituida por datos falsos (incluso inverosímiles) que se disparan por múltiples canales: radio, prensa, televisión, medios pertenecientes a grandes cadenas (NBC, CBS, NBC, CNN, FOX NEWS) que rinden cuentas directamente al gobierno norteamericano; también orquestan esta guerra organizaciones, como la Sociedad Iberoamericana de Prensa, que tras su fachada de promover la libertad de expresión ha promovido más bien la desigualdad y las prácticas periodísticas antiéticas en favor de intereses claramente parcializados.
Aunque el terrorismo mediático no implica en una primera fase el uso de armas, está estrechamente ligado en una segunda etapa a los conflictos bélicos, tal como ocurrió con la invasión a Afganistan luego de los “magnificados” atentados del 11-S, la invasión a Irak después de una campaña que afirmaba que ese país tenía armas de destrucción masiva que nunca fueron halladas. En Latinoamerica el historial de terrorismo mediático es de larga data, desde la sucia propaganda para derrocar al gobierno de Allende en 1973, hasta lo que vivimos en carne propia el 11 de abril de 2002, cuando los medios de comunicación privados (tanto de nuestro país como trasnacionales) fueron la plataforma operativa para materializar un golpe de Estado.
Sin embargo, recordemos que en Venezuela logramos dar un ejemplo inédito en el mundo sobre como el Poder Popular organizado puede sobreponerse a esta forma de terrorismo, cuando a pesar de que las grandes cadenas de comunicación del mundo pretendían aislar a nuestro país e instaurar virtualmente una realidad distinta, la organización popular fue capaz de restablecer el sistema democrático y el gobierno legítimamente electo.
Por todas estas razones se llevará a cabo entre el 27 y el 30 de marzo, en Caracas, el Encuentro Latinoamericano contra el terrorismo mediático, donde entre otras cosas, se condenará las acciones que ha efectuado la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) durante los últimos años, principal promotora del terrorismo mediático en el mundo. El encuentro, a realizarse en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, contará con periodistas de 14 países de Latinoamérica.

2 Comments:

Anónimo said...

Di lo que quieras... pero eso si... ten en cuenta que todo lo dicho podra ser usado en los tribunales del poder popular.


Por dios que "amedrentador" jajajajajaja......

Anónimo said...

Y cuando tu jefe mnto una cadena para que la gente no viera como mataban a las personas, como sellama eso