25 julio 2008

Controvertido pasado de George W. Bush



Por: Cd. Juárez Chih
Del Libro de Kitty Kelley Proces

George W. Bush estaba decidido a ir a Yale. La larga lista familiar de ex alumnos recorría cuatro generaciones hasta llegar a su tatarabuelo, el reverendo James Smith Bush (curso de 1844).


A su abuelo Prescott, cuya
devoción hacia aquella escuela jamás flaqueó, se le conocía en el campus como el senador de Yale. Como miembro de la Yale Corporation durante 12 años, socio del Calhoun College de Yale y miembro de la Junta para el Desarrollo de dicha universidad, Prescott podía tocar las teclas adecuadas para conseguir la admisión de su nieto.


—Yale no es una opción, es un compromiso, George. ¿Sabes qué significa esto?


"Creo que sí, senador", respondió el nieto, a quien no se permitía dirigirse a su abuelo llamándole de otra forma.


Significa mantenerse fiel a algo sin que importe en realidad a qué.


Prescott señaló el plato del des
ayuno del joven.


—Es la diferencia –dijo– entre el jamón y los huevos. El pollo está involucrado; el cerdo, comprometido.


Después de aquella visita a su abuelo, el joven George volvió al Colegio Andover y habló con el decano. Se le dijo que sus mediocres califi
caciones tal vez no satisfacieran los rigurosos requisitos de Yale. El decano sugirió a George que escribiera a otras dos universidades alternativas. George escribió: "(1) Yale, (2) Yale, (3) Yale". Para curarse en salud, presentó una solicitud en la Universidad de Texas, aunque sólo porque el decano insistió. El historial del colegio secundario de George –que nunca permitió publicar, era problemático, y no sólo por falta de notas destacadas. Durante sus años en Andover (1961-1964), colgó una gran bandera confederada en la pared de su habitación, para dejar constancia de que los escasos estudiantes negros no eran bienvenidos. Este acto flagrante de racismo fue tolerado por la escuela, especialmente si se trataba del hijo de George Herbert Walker Bush, uno de sus más apreciados ex alumnos.


George Herbert Walker Bush, que permaneció en el Consejo de Administración de Andover de 1963 a 1979, tuvo que interceder en más de una ocasión por sus descarriados hijos. Jeb (actual gobernador de Florida) tuvo que repetir noveno curso cuando entró en Andover procedente de la escuela Kinkaid en 1967.


Posteriormente infringió la prohibición de tomar bebidas alcohólicas y fue expulsado temporalmente, pero se le readmitió más tarde después de la mediación de su padre. (…) El hermano de Jeb, Marvin, entró en Andover en 1971 y también tuvo que repetir noveno curso. Un año después, sorprendieron a Marvin drogándose con unos amigos. Expulsaron a los amigos, pero en el caso de Bush, papá intercedió de nuevo.


George fue admitido en Andover en 1961 como alumno de décimo grado, lo que el colegio denominaba entonces un "medio bajo". George luchó por la supervivencia desde el instante en que entró en aquel colegio. Trabajó para alcanzar los requisitos básicos del título (…) Si bien 110 alumnos de su curso, compuesto por 290, entraron en el cuadro de honor, George no alcanzó nunca esta distinción. Acabó la secundaria como uno de los últimos de la clase.



"George sacaba unas notas más o menos como las mías, aprobados pelados —comentaba J. Milbourn 'Kim' Jessup—. Pasábamos por los pelos, pero los dos llegamos a Yale porque éramos vástagos de padres de Yale".


Muchos del curso de 1964 recuerdan Andover como un lugar austero, deprimente y desalentador. (…) Pero Bush "recurría a su audacia y su desfachatez para distraernos —comentó Torbert MacDonald—. Era un tipo gregario, rayano en la tontería. Muy bromista, aunque sin mala intención. Le daba igual ser el hazmerreír de todos con tal que la gente estuviera contenta. Necesitaba un público que le admirara. Tenía poco respeto por la autoridad, de modo que no le daba miedo protestar. Le llamábamos "El Descarado".

(…) Después de salir airoso de And
over, George pensó que se había ganado el derecho de ir a Yale. A pesar de su expediente "nada destacable" y de su justísima puntuación (1.206), pasó a ser beneficiario de sus enchufes familiares. (…) Fue aceptado en Yale en el curso de 1968, y no se disculpó ante nadie por su buena estrella. Es más, torcía el gesto ante la "arrogancia intelectual" de quienes le menospreciaban por ser hijo de quien era.


(En Yale) "todos seguimos devanándonos los sesos con la historia de George —afirmaba Ken White (Yale, 1968) en 2003—. Sobre todo los que estábamos en la misma asociación de estudiantes que él. Realmente era el último que habría imaginado ver en la Casa Blanca. Tal vez Strobe Talbott o John Kerry, unos años mayor que nosotros, o incluso Joe Lieberman, del curso de 1964. Pero no George. Nunca. Mi esposa aún le recuerda berreando borracho una noche en una fiesta de la asociación DKE, sin pareja, haciendo el alligator, una especie de baile de la época en el que te echabas al suelo y empezabas a revolcarte. Realmente cuesta ver a un tipo así dirigiendo el cargo más importante del país".



Las historias de las escapadas alcohólicas de George en Yale llegaron hasta su antiguo círculo de Andover. En Harvard, Torbert MacDonald escuchó compungido anécdotas sobre su antiguo amigo, cuyo comportamiento sintonizaba tan poco con los tiempos que corrían como sus juergas estudiantiles. "Pobre Georgie —dijo MacDonald—. Ni siquiera podía relacionarse con las mujeres a menos que estuviera borracho. (…) Circulaban demasiadas historias sobre él en las que caía completamente beodo en sus citas".


Las drogas


Beber era algo que en Yale se daba por supuesto, y hacia 1966, las drogas se habían añadido al cóctel. "Para entonces la marihuana ya había aparecido en el campus —comenta Christopher Byron—. Luego llegaron las droga de todo tipo. Estaban por todas partes".


Un estudiante del curso de 1968 admitió años más tarde haber vendido cocaína a George W. Bush en su época de
Yale. Confió su participación en la transacción de la droga a la escritora Erica Jong en 2001; confirmó dicha venta en 2002 solicitando confidencialidad.


"No pueden utilizar mi nombre —dijo— porque estamos hablando de un delito grave. Por otra parte, de eso hace muchos, muchísimos años, y el tipo ese ahora es presidente de Estados Unidos".


Otro estudiante, de la Yale 's Graduate School (Máster en Bellas Artes, 1965), recordaba "haber aspirado coca" con George, aunque no permitió que se utilizara su nombre por miedo a represalias. Dicha persona, de clase acomodada y que vivía en la costa Oeste, afirmó que no le parecía bien "divulgar lo de George, porque yo hacía lo mismo"



Años más tarde,


Sharon Bush, cuñada de George, pretendía que W. había aspirado cocaína con uno de sus hermanos en Camp David en la época en que su padre era presidente de Estados Unidos. "Y no una sola vez —dijo—, sino muchas."

George nunca negó haber comprado, vendido o consumido drogas. En 1999 juró a unos cuantos de sus partidarios políticos clave que nunca había consumido "drogas duras", refiriéndose a que nunca se había inyectado heroína. Cuando se presentó para el cargo nacional, procuró que su respuesta encajara en las pautas federales respecto a las autoridades públicas. "Tengo entendido que —declaró a The Dallas Morning News en 1999— el impreso actual del FBI formula la siguiente pregunta: "¿Ha consumido usted drogas en los últimos siete años?". Yo respondería con mucho gusto a la pregunta, y la respuesta es: No". Y se negó a responder a más preguntas.


"¡Qué demonios! Lo preocupante no es su consumo de sustancias estupefacientes sino su frivolidad —dijo Tom Wilner (Yale, 1966) —. Que se aprovechara del nombre de su familia es comprensible. Eso lo hacen muchos. Pero Georgie, como le llamábamos entonces, no tenía la menor curiosidad intelectual por ningún tema. No le interesaban las ideas, los libros o las causas. No viajaba; no leía los periódicos; no veía los informativos; ni siquiera iba al cine. (…) Me deja atónito que alguien pueda salir de Yale sin el menor interés por nada del mundo que no sea la bebida y el deporte. (…) Es un tipo que no tiene idea de las cuestiones complejas. (…) Es un fanático simplón y, ¡que Dios nos coja confesados!, ahora es quien tiene el dedo sobre el botón."


Fraude militar


George Herbert Walker Bush apoyó con entusiasmo que se enviaran a los hijos de los demás a Vietnam, pero no al suyo. En 1968 se aseguró de que su primogénito no fuera reclutado. Lo hizo con una llamada a Sidney Adger, un empresario de Houston y amigo de la familia Bush. Adger llamó a Ben Barnes, presidente de la Cámara de Representantes de Texas, y Barnes a su vez llamó al jefe de la Guardia Nacional de Texas, brigadier general James Rose. Este llamó al comandante en jefe de la unidad, teniente coronel Buck Staudt.


En febrero de 1968, el joven George, que cursaba el último año en Yale, se presentó a una prueba de admisión para oficiales de la fuerza aérea. "No estaba dispuesto a perforarme un tímpano de un escopetazo para conseguir la baja —dijo—. Tampoco quería ir a Canadá. Por lo tanto escogí mejorarme a mí mismo aprendiendo a volar".


Aprobó la prueba de aptitud para piloto con la nota más baja. Sin embargo, gracias a la influencia de su padre, lo aceptaron en las fu
erzas aéreas de la Guardia Nacional el 27 de mayo de 1968, y se convirtió en miembro del 147º Escuadrón de Combate, conocido como la "Unidad Champán", porque incluía a los hijos de Lloyd Bentsen y John Connally, y a varios de los Dallas Cowboys.


George juró cumplir dos años de servicio activo, más cuatro años en la reserva, lo cual significaba volar un fin de semana por mes y pasar dos semanas en un cuartel cada verano.


(…) Más tarde algunos puntos de la hoja de servicio de George W. Bush fueron motivo del interés público, en particular los dos últimos años, cuando voló esporádicamente. En ellos, hechos públicos en el año 2000, no hay ningún expediente de ninguna unidad de la Guardia Nacional donde se diga que George W. Bush se presentó en el período de mayo de 1972 a mayo de 1973 para los vuelos de fin de semana, el entrenamiento militar de verano o los ejercicios requeridos a los guardias a tiempo parcial.



El primer teniente retirado Robert A. Rogers, un veterano con 11 años de servicio en las fuerzas aéreas de la Guardia Nacional , manifestó que "la falta de castigo por su mala conducta representa la culminación de una carrera militar distinguida sólo por el favoritismo. Bush tuvo una hoja de servicios intachable hasta el 17 de abril de 1972. Fue incluso el chico de los carteles de la Guardia Nacional de Texas por ser su padre quien era.


"Pero después desapareció. No se presentó en ninguna de las unidades donde se le esperaba desde el 17 de abril de 1972 al 28 de mayo de 1974. Se largó sin más. Como consecuencia fue objeto de una sanción disciplinaria y alargaron en otros seis meses el plazo durante el que se le podía llamar al servicio activo en el ejército. Esto es muy serio en tiempo de guerra."


(…) George se licenció finalm
ente de la reserva en noviembre de 1974, seis años y seis meses después de ingresar en la Guardia Nacional. La pena de seis meses nunca apareció publicada en los periódicos, pero nadie comprendió que un día él estaría mandando al combate a tropas norteamericanas para hacer lo que él no había hecho: convertirse en carne de cañón.


Para el momento en que estaba preparado para presentarse como candidato presidencial, su expediente médico militar había sido sellado por razones privadas, y las mentiras de la familia Bush se habían consolidado para dar la base de credibilidad que necesitaba para enviar a las tropas norteamericanas a la guerra.


Después de graduarse en Yale en 1968, George se presentó en la base aérea de Ellington en Houston, y luego hizo las seis semanas de entrenamiento básico de aviador en la base de Lackland en San Antonio. Cuando acabó en septiembre de 1968, lo hizo con la graduación de subteniente. Regresó a Ellington, donde las fuerzas aéreas de la Guardia Nacional de Texas organizaron una ceremonia esp
ecial para que el congresista Bush se hiciera la foto dándole las barras de subteniente a su hijo. "Es así como hacen las cosas: con mucho bombo y platillo, sobre todo porque era el hijo de un congresista. Eso era muy importante para la Guardia Nacional ", declaró el brigadier general John Scribner, director del Museo de las Fuerzas Armadas de Texas en Austin.


George recibió la graduación sin siquiera asistir a la Escuela de entrenamiento de Oficiales. Con la graduación en la mano, George p
asó al servicio inactivo en septiembre de 1968 para trabajar en la campaña política del amigo de su padre, el representante Edward Gurney, candidato republicano al Senado por el estado de Florida.

El subteniente Bush volvió al servicio activo en la base aérea de Moody en Valdosta, Georgia, donde aprendió a volar en el T-38 Talo
n. George recibió las alas de plata en diciembre de 1969 y regresó a Ellington, donde aprendió a pilotar el caza supersónico F-102 Delta Dart, llamado "el Voodoo", que iba armado con misiles.


El 24 de marzo de 1970 la Guardia Nacional envió un comunicado de prensa a los periódicos de Houston, donde alababa a su "primer estudiante local" como un soldado y un ciudadano ejemplar: "George Walker Bush es un miembro de la joven generación que no se coloca con marihuana, hachís o speed. Oh, sí, desde luego que se coloca, pero no con drogas… En lo que a él se refiere, el teniente Bush se coloca con el e
struendo del motor de su F- 102" .


Tres meses más tarde la Guardia Nacional facilitó otro comunicado de prensa cuando George acabó la escuela de entrenamiento. La oficina de prensa incluyó una foto de George con su padre y otra del congresista Bush estrechando la mano del oficial al mando, Buck Staudt. En julio de 1970, se divulgó otro comunicado cuando George terminó su período en la base aérea de Tyndall en Florida y disparó un misil con su F-102. El día de las elecciones en noviembre de 1970, antes de que cerraran los colegios ele
ctorales, la Guardia Nacional difundió otro comunicado para anunciar los ascensos de George W. Bush y Lloyd Bentsen III a primer teniente, mientras Bentsen padre derrotaba a George padre.


Hacía horas con la Guardia Nacional , pero no las suficientes para cumplir con las fijadas. Para abril de 1972, iba muy retrasado. Aquel mismo mes, las fuerzas aéreas comenzaron a realizar controles de drogas al azar, y por lo tanto se le podía pedir a cualquier piloto o mecánico que se sometiera en el acto a una análisis de sangre, orina, o a un examen de las fosas nasales. El 17 de abril de 1972 George W. Bush hizo el último vuelo del que se tiene constancia antes de desaparecer de los archivos oficiales hasta octubre de 1972.



A principios de los setenta, los Bush, como otras familias, se enfrentaron al azote de las drogas y la adicción al alcohol. En una fecha tan cercana como 2003, uno de los hermanos menores de W., Marvin, conseguía recetas de narcóticos ilegales de un dentista llamado Denis Peper. El dentista le dijo a un amigo íntimo que le daba recetas ilegales a Marvin. La Mancomunidad de Virginia le retiró la licencia a Peper el 17 de octubre de 2003. Si bien no hay pruebas de que George W. Bush fuese ingresado para someterse a una cura, se produjo una duda lógica después de que no se presentara en 1972 para la revisión física anual de la Guardia Nacional y que se le impidiera volar. Esto planteó la posibilidad de que hubiese sido denunciado por consumo de drogas y, si había sido así, hubiera sido sancionado o sometido a tratamiento. Dicha información debería figurar en el informe de la Flight Inquiry Board (Junta para la Investigación sobre Vuelos) encargada de la revisión oficial de las razones para la suspensión y quien luego determina la acción apropiada. El informe de la Flight Inquirí Board ha desaparecido de los expedientes militares de George W. Bush que fueron hechos públicos en 2000 de acuerdo con la Ley de Libertad de Información y de los expedientes entregados por la Casa Blanca en 2004.


"El hecho de que Bush 'no se presentara a la revisión médica anual', como reza en el expediente, no pudo ser casual o accidental —afirmó el primer teniente retirado Robert Rogers—. Hay pruebas circunstanciales que señalan que Bush consumió drogas durante este período… ¿Es ilógico plantear la posibilidad de que se le impidiera volar como consecuencia directa o indirecta del consumo de drogas? Podría serlo si Bush no tuviese manera de demostrar su inocencia. Pero George W. Bush se puede defender perfectamente, si quiere, con sólo entregar voluntariamente todos sus expedientes militares, algo que se ha negado a hacer."


Bill L. Burkett, un oficial de planes estatales retirado de la Guardia Nacional de Texas, afirmó que en 1997 habían "limpiado" los archivos de la Guardia Nacional de Texas por orden de los asesores del entonces gobernador Bush para protegerlo. Burkett dijo que estuvo presente cuando ciertos miembros de la plana mayor de Bush se pusieron en contacto con la Guardia Nacional. Identificó específicamente a Dan Bartlett, que entonces era el enlace del gobernador con la Guardia Nacional de Texas. Burkett manifestó que, después de la llamada de Bartlett al comandante general Daniel James III, los documentos fueron destruidos. James era el general adjunto para el estado de Texas en aquel momento y negó las alegaciones de Burkett. El 3 de junio de 2002, el presidente George W. Bush lo nombró director general de las fuerzas aéreas de la Guardia Nacional.


En la primavera de 1972, George W. comenzó a vivir lo que más tarde describiría como sus "años de nómada". Al ver que iba a la deriva, su padre intervino de nuevo para conseguirle otro empleo con Jimmy Allison, que dirigía la campaña del republicano Winton "Red" Blount para el Senado en Alabama contra el senador demócrata John Sparkman.


Aquellos que trabajaron con George en aquel tiempo lo recuerdan como un bebedor social amable, que se comportaba como si fuese mucho más joven de los 26 años que tenía. Mencionaron que le gustaba beber cerveza y whisky Jim Beam, y que comía cacahuetes a puñados y hamburguesas en el Cloverdale Grill en Birmingham. También dijeron que George se escapaba por la puerta trasera para fumarse un porro o que iba al baño para esnifar una raya de coca. George, según los recuerdos de otros, solía llegar tarde al trabajo, "sobre el mediodía", entraba en el despacho, plantaba las botas vaqueras sobre la mesa y comenzaba a fanfarronear de lo mucho que había bebido la noche anterior.


Como "reservista obligado" en 1972, George debía continuar con su servicio en la Guardia Nacional con independencia del lugar donde residiera. Semanas después de desplazarse a Alabama, solicitó el traslado desde Texas a un escuadrón de la reserva aérea en Montgomery, pero la solicitud fue rechazada. El escuadrón de Alabama no volaba ni efectuaba entrenamientos. Esto dejaba a George sin una unidad de la Guardia Nacional en Montgomery. Así que no hizo nada durante los meses de mayo, junio, julio y agosto de 1972.

Bush sabía que no podría volver a volar hasta que se sometiera a la revisión médica, así que solicitó el traslado y cambio de obligaciones para septiembre, octubre y noviembre de 1972 al 187º Grupo de Reconocimiento Táctico en Montgomery. Le concedieron el permiso y le ordenaron presentarse al teniente coronel William Turnipseed. Pero George nunca se presentó

Continuara...


22 julio 2008

La historia de un agente de la CIA en Bolivia


Por: Jaime Salvatierra (La Epoca)

Esta es una historia que pone al descubierto la manera en que la CIA opera en Bolivia, donde se estima que tiene la segunda base más importante en América Latina después de México, y que coloca en evidencia la fragilidad de los órganos de seguridad del Estado.

¿Hola?, necesito hablar con el viceministro Puente por favor. La decena de intentos no dieron resultado y el segundo del Ministerio de Gobierno no pudo ser hallado por el desesperado funcionario.

¡No, no puede ser. Yo necesito trabajar, ayudo a muchos de mi familia. Esta es una injusticia!, le dijo afligido el mismo funcionario a la Directora de Migración que a principios de febrero de 2006 se hizo de esa institución pública.

José Luís Miranda Butrón había sido despedido luego de trabajar cerca de 10 años ininterrumpidos en el área de sistemas de la Dirección Nacional de Migración dependiente del Ministerio de Gobierno.

El arrebato del funcionario, que oficialmente ocupaba una función sin mayor jerarquía en una estrecha oficina de cuatro por cuatro y compartida con otras tres personas, no tenía relación alguna con el temor al desempleo y a perder una cantidad de ingresos, estimados en ese momento en 250 dólares mensuales.

La preocupación de Miranda, que luego se traduciría en la puesta en marcha de un plan que lo sacó de circulación en Bolivia, se debía a que el entonces viceministro Rafael Puente, tras recolectar una cantidad suficiente de información y evidencias, había descubierto a uno de los agentes de inteligencia de la embajada de los Estados Unidos.

Lo que sigue, no es una ficción. Es la historia de un agente de la CIA que “muerto” en Bolivia, en marzo de 2006, está vivito y coleando en Costa Rica.

Su reclutamiento

Miranda, que acaba de egresar como ingeniero de sistemas, aunque existen sospechas sobre si obtuvo una profesión, siempre se destacó por su osadía en emprender aventuras y aceptar desafíos que le permitiesen ganar plata, satisfacer placeres y mantener a su familia.

A mediados de los 80, cuando Bolivia era escenario de aplicación del modelo neoliberal que había abierto las puertas para el proceso de privatización de las empresas y minado la resistencia obrera, Miranda, todavía joven, fue reclutado por un amigo como informante para el Centro Especial de Investigación Policial (CEIP), un organismo policial que desde el ex mercado de Flores, entre las calles Colón y Comercio, planificaba y mandaba a ejecutar operativos políticos.

El CEIP fue especialmente activo a finales de los 80 y principios de los 90, cuando a la escena política irrumpieron grupos que alentaban la lucha armada: el Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dos organizaciones que desarrollaron acciones de propaganda armada durante el gobierno del presidente Jaime Paz Zamora.

Adquirió particular relieve político la aparición de la Comisión Néstor Paz Zamora (CNPZ), una de las células del ELN que se había bautizado con el nombre del joven cristiano que murió en la guerrilla de Teoponte, la segunda experiencia guerrillera que siguió al Ñancahuazú de los 60, cuando el Che fue asesinado en Bolivia por instrucciones de la CIA. Néstor era hermano de Jaime Paz Zamora, quien en 1989 asumió la conducción del país tras un acuerdo con el ex dictador Hugo Banzer Suárez y a pesar de haberse ubicado tercero en las elecciones.

El trabajo de acumulación de indicios, datos y pruebas contra los grupos rebeldes que se encontraban en su fase primigenia contó con la colaboración activa del joven ingeniero, quien contaba, entre otras cosas, con una habilidad para hacer fácilmente amistades en los círculos de izquierda.

Bueno, en ese entonces, tras haber dado sus primeras pruebas de lealtad, la viveza criolla y su ambición de llegar lo más lejos posible colocaron a Miranda en la atenta mirada del Coronel “Negro” Linares, quien además de manejar y coordinar a la comunidad de inteligencia, después de desbaratar al CNPZ y EGTK, dependía directamente de las instrucciones del responsable de seguridad de la embajada de los Estados Unidos.

El ingeniero trabajó oficialmente como programador del CEIP y de COPES varios años, entre otros bajo órdenes también del coronel Julio Baldivieso y de Freddy Zabala que sustituyó a Linares en la dirección de inteligencia. Nadie tenía quejas de su desempeño y más bien Miranda se destacaba por su eficiencia.

El ingeniero en sistemas fue, de esta manera, reclutado por la Central de Inteligencia Americana (CIA). Su trabajo en el CEIP se orientó a temas relacionados con la informática, como instrumento de acumulación de inteligencia y seguimiento político de la oposición. Pero esta vez, llegaría a saber el audaz agente boliviano, su relación sería con la agencia más grande y poderosa del mundo.

A sus habituales tareas en el CEIP se añadieron varias, directamente vinculadas a los servicios secretos estadounidenses, como el de desempeñar el papel de “cajero” de otros agentes locales a los que, también reclutados por la CIA, les entregaba personalmente dinero. Algunos lo recibían circunstancialmente cuando le entregaban alguna información considerada valiosa para EEUU, y a otros una especie de plus al sueldo percibido.

Pero además, Miranda se convirtió en un “palo blanco” de las inversiones realizadas por la CIA en La Paz. En sus años de trabajo con la agencia estadounidense puso a su nombre motocicletas, vehículos e inmuebles, según se llegaría a saber meses atrás. Varios de esos motorizados se encontraban en poder de funcionarios de la embajada de Estados Unidos y de ODEP, la fachada con la que aún en el gobierno de Evo Morales continuó operando la agencia estadounidense en Bolivia y que poco antes del cambio de gobierno, en enero de 2006, tenía el nombre de COPES.

Uno de los vehículos marca X-trail, color blanco, con placa 1159XCC, estaba siendo conducido por el ex Comandante General de la Policía, José Pimentel, y del que tenía conocimiento, según se pudo indagar, la ex ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, quien le habría expresado su protesta al entonces máximo jefe policial.

La investigación conduce a pensar que el mayor Yuri Tapia fue quien le entregó el vehículo a Pimentel, quien al mismo tiempo tenía conocimiento de que motorizados como esos representaban un aporte de la embajada de Estados Unidos al trabajo de los grupos de inteligencia de la CIA.

Volvamos a Miranda. Al ingeniero le quedaba chico su trabajo en el CEIP y por recomendaciones de la embajada de Estados Unidos entró a trabajar, en 1993, en la primera gestión de Gonzalo Sánchez de Lozada, a la Dirección Nacional de Migración, entonces dirigida por Victoria Baldivieso.

Entró sin mayor ruido. En Migración se dedicó a construir un sistema informático y una base de datos que además de brindar al gobierno una herramienta eficiente para el control migratorio, le permitía canalizar información de primera mano a la CIA sobre las entradas y salidas de los políticos y dirigentes sociales bolivianos, incluso del partido de gobierno.

Y, como era obvio, entre sus favoritos se encontraba el entonces dirigente de los productores de coca, Evo Morales, y otros dirigentes de partidos de izquierda, de quienes no solo se tenía información respecto de los países que viajaban sino también de otros países a los que visitaban aprovechando su primer destino, pero también de activistas, políticos e intelectuales de otros países que visitaban Bolivia.

Algunos dirigentes de izquierda que asisten a seminarios organizados por un partido de idéntica ideología en México expresaron tener fundadas sospechas de que la seguridad mexicana, en la segunda mitad de los 90, ya tenía conocimiento de su viaje a ese país norteamericano a partir de una información originada en Bolivia.

Miranda no tenía límites. A finales de los 90 alquiló un departamento en la zona sureña de Irpavi, frente a la embajada de Cuba, para hacer un seguimiento a las actividades de los funcionarios diplomáticos de ese país, según se llegó a saber a mediados de 2006. Se desconoce si vivía ahí o visitaba frecuentemente el lugar.

Aunque no registra movimiento migratorio, el nuevo programador de Migración realizó varios cursos de entrenamiento en los Estados Unidos y no solo de los relacionados con su actividad.

Fingiendo su muerte

Como se mencionó al principio de esta historia, Miranda fue despedido de Migración en los primeros meses del gobierno de Evo Morales por la información que lo conducía e involucraba con la CIA.

Pero no se fue sin hacer nada. Con la experiencia acumulada en su actividad de inteligencia, el ingeniero de sistemas, siempre bien vestido, el cabello recortado y el rostro bien afeitado, lo cual le daba una presencia impecable y con lo que se ganaba confianza, destruyó la base de datos que Migración estaba aun en plena reconstrucción a fines del año pasado.

Al verse descubierto por gente vinculada al actual gobierno y policías que confirmaron su relación con la CIA, Miranda se comunicó con sus amigos de la embajada de los Estados Unidos y juntos planificaron una salida, según destaca la información que se tiene.

Debidamente asesorado y respaldado, Miranda fingió su propia muerte. Puso en marcha el plan a mediados de marzo de 2006. El aviso necrológico fue publicado en El Diario el martes 14 de ese mes convocando a su velorio en la Funeraria Valdivia y a su entierro para el miércoles 15 a las 16 horas.

El velorio y el entierro no se produjeron nunca, ni mucho menos existe un contrato de prestación de servicios velatorios de la Funeraria Valdivia o de entierro con el Cementerio General. Por las dudas, tampoco en ninguno de los cementerios privados de La Paz.

Pero las cosas no le salieron como esperaba. En primer lugar, no salió del país con la premura que pensaba y, audaz como siempre, se hizo crecer la barba, los bigotes y sustituyó el traje por una vestimenta deportiva. Amante del fútbol, como aseguran los que lo conocieron en Migración, no eludió la tentación de ir a ver un partido de clásico en La Paz, donde de manera accidental se cruzó con un policía que de inmediato lo reconoció y dio parte a sus superiores. Es más, Miranda respondió al saludo que le hizo el policía a manera de confirmar su identidad. Estaba nuevamente descubierto.

Ahora si había que presionar para que lo sacaran rápido de Bolivia. La CIA estaba de acuerdo por la amplia información de la que disponía Miranda. Su permanencia en el país era explosiva y peligrosa en el hipotético caso de un inmediato accionar del gobierno. La reacción no llegó.

Lo que no se sabe es si el agente de la CIA salió de Bolivia en un vuelo comercial o en una de las naves de la NAS que regularmente trae al país material de trabajo para la embajada de Estados Unidos e incluso cooperación para el país, según se comenta en círculos policiales.

Lo que si se sabe es que Miranda, junto a su familia, primero salió rumbo a los Estados Unidos y después de unos meses, con una nueva identidad, se trasladó a Costa Rica, donde está actualmente. ¿Cuántos Miranda todavía actúan en Bolivia?

16 julio 2008

FARC-EP: Mensaje del Comandante Alfonso Cano

Junio del 2008.

Camaradas del Estado Mayor Central, de los Estados Mayores de los Bloques y Frentes, de los Comandos Conjuntos, mandos de las redes urbanas, columnas, compañías, guerrillas, escuadras y comisiones, guerrilleras y guerrilleros, mandos y milicianos bolivarianos, militantes del Partido Comunista Clandestino e integrantes del Movimiento Bolivariano: reciban nuestro revolucionario saludo que extendemos a todos quienes trabajan junto a nosotros por una Nueva Colombia.

Durante la última semana del mes de mayo recibimos mensajes de solidaridad de todas las unidades farianas, donde destacan la gigantesca dimensión política y militar del Comandante Manuel Marulanda Vélez como uno de los más grandes revolucionarios de nuestra historia, y también reafirmando lealtad absoluta a su legado, a nuestro compromiso y objetivos de transformación revolucionaria y brindando total respaldo a las decisiones tomadas por la dirección de las FARC en esta coyuntura.

El 27 de marzo, luego del deceso del Camarada Manuel, acordamos que solo a partir del 23 de mayo informaríamos sobre ello a los mandos y guerrilleros, a los amigos y conocidos y, a la opinión, mientras decidíamos lo necesario para garantizar la continuidad de los planes en curso, como efectivamente ocurrió.

Redistribuimos funciones dentro del Secretariado y lo reajustamos al igual que al Estado Mayor Central, fortalecimos los Estados Mayores de los Bloques donde fue necesario, pasamos revista a la situación orgánica y al trabajo de masas, todo ello en medio de la permanente confrontación y cobijados con la indestructible coraza del secreto de los centenares de guerrilleros conocedores del fallecimiento de nuestro comandante en jefe.

Y así, entre otras decisiones, definimos al camarada Iván Márquez como jefe de las relaciones internacionales del Estado Mayor Central y al camarada Pablo Catatumbo como nuevo jefe del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia.

Nuestro rico intercambio de opiniones frente a la actual situación ratificó el sagrado compromiso revolucionario de las FARC-EP, con su dirección a la cabeza, de mantener firme y muy en alto las banderas de la Nueva Colombia, la patria grande bolivariana y del socialismo; reafirmó la vigencia de todos nuestros planes político militares y de nuestra condición de combatientes de la paz democrática, es decir de la paz con justicia social, sin hambre, con empleo, techo, salud y educación para todos, con soberanía nacional y vigencia de una verdadera democracia política alejada de la violencia y de la corrupción administrativa.

Valga recordar que las FARC nacieron hace 44 años como una respuesta popular y revolucionaria al terror institucional y para institucional del Estado, a la vergonzosa intromisión gringa en nuestros asuntos internos, al despojo de las tierras y su acrecentada concentración en unas pocas manos, a las profundas injusticias sociales existentes y a la voraz corrupción de la oligarquía, realidades todas que hoy perduran multiplicadas para desgracia de nuestro pueblo.

Como revolucionarios queremos y luchamos la reconciliación de la familia colombiana y la construcción de un nuevo tejido social justo, pero la oligarquía, esa mezcla maldita de privilegiadas fortunas, inmensas haciendas, cunas de oro y poder político, no ha querido ni quiere compartir un ápice de sus privilegios con las mayorías del país. Por eso elude cualquier posibilidad sólida de acuerdos de paz.

Camaradas: insistiremos cuantas veces sea necesario sobre nuestra disposición de concretar un acuerdo humanitario que fije unas reglas claras alrededor de la población civil de obligatorio cumplimiento para las dos partes y que, ante todo, priorice la libertad de los camaradas extraditados Sonia, Simón, Iván Vargas y de todos los prisioneros de guerra de uno y otro lado.

Sin embargo, y no es un secreto, este gobierno no ha tenido el menor interés en concretarlo simplemente porque sería reconocer de facto, el estatus beligerante de una guerrilla revolucionaria a la que quiere satanizar. Por eso tanta disculpa, teorías absurdas, improvisaciones montajes, falsos positivos y temerarias órdenes de rescate que juegan con la vida de los prisioneros para satisfacción de los delirios de grandeza presidenciales.

Pensó el gobierno que las decisiones unilaterales de las FARC- EP cuando liberamos 6 prisioneros a comienzos del presente año, eran debilidad y no demostraciones innegables de la voluntad que nos acompaña.

A pesar de ello, nuestra propuesta de encontrarnos con el gobierno para precisar los términos de un acuerdo, continúa vigente así como la decisión de mantener comunicación y redoblar esfuerzos para que la reiterada generosidad de muchísimos gobiernos amigos de las soluciones políticas, finalmente logren hacer entender al régimen colombiano que negar el conflicto existente, tergiversar sus dimensiones y esconder su desgarradora realidad, no soluciona sino que agrava e incrementa los odios y las distancias.

Persistiremos en nuestros esfuerzos por alcanzar la paz democrática por las vías civilizadas del diálogo tal como lo hemos hecho desde hace 44 años, porque es nuestra concepción revolucionaria, porque así son nuestros principios. El levantamiento armado, la guerra de guerrillas, la clandestinidad y la actividad conspirativa responden básicamente a la violencia institucional que desde la muerte del Libertador Simón Bolívar ejercen los poderosos contra las mayorías que han luchado por libertad, tierra, trabajo, justicia, democracia y soberanía.

En la búsqueda de esos objetivos nunca desmayaremos. Nuestra palabra la respaldamos con la práctica diaria, en el crisol de la lucha cotidiana. Así nos lo enseñaron Bolívar, Manuel, Jacobo y todos los próceres y héroes de la historia patria. Hemos comprometido nuestra honra y vida en este empeño porque estamos seguros de la justeza y posibilidad real de materializar el sueño de una nueva Colombia. No nos arredran las dificultades, no nos amilanan las amenazas de la oligarquía que hemos escuchado toda la vida, no creemos en los llamados a la claudicación y a la indignidad, ni en los judas que aceptan las monedas de su oponente porque sobre esa moral nunca se construirá un mejor país, ni una sociedad pujante ni una familia solidaria. El valor a fundamentar como piedra angular debe ser el bien común sostenido sobre una ética transparente.

Camaradas: los caminos que conducen al incremento de la lucha popular en sus más variadas formas y a la conquista del poder, nunca han sido fáciles, ni en nuestro país ni en ninguna otra parte del mundo, ni ahora ni antes. Solo la profunda convicción en la victoria, en la justeza, validez y vigencia de nuestros principios y objetivos y un monolítico esfuerzo colectivo, garantizarán el triunfo. A los reaccionarios que hacen cuentas alegres con las FARC les informamos que la intensidad de la confrontación nos ha fortalecido, hemos estrechado vínculos con las comunidades, sus organizaciones y las luchas populares, elevado la disciplina y el respeto por la población civil e incrementado nuestra cualificación y aprendizaje. Han caído guerrilleros porque así es la lucha, pero también su generosa sangre derramada es evidencia de nuestro total compromiso con el pueblo, otros camaradas ya cubrieron la trinchera y muchos más continúan llegando a filas, así fueron también la gesta de nuestra independencia y todos los procesos liberadores de la humanidad donde se desataron los demonios de la guerra.

Somos una fuerza revolucionaria con la suficiente historia, solidez y consistencia para superar el fallecimiento de nuestro Comandante en jefe porque el mismo nos instrumentó y contribuyó en el esfuerzo colectivo de consolidación política y militar. El Secretariado, el Estado Mayor Central, los Estados Mayores de los Bloques y frentes, los comandos de todo nivel, los mandos y combatientes de las FARC-EP garantizaremos el triunfo.

Continuamos luchando por cumplir todos con los planes aprobados, manteniendo a fondo la práctica de la guerra de guerrillas móviles, incrementando nuestros nexos con la población civil y con el movimiento de masas que resiste la ofensiva del gran capital y de los terratenientes, intensificando el intercambio de opinión con todas las fuerzas interesadas realmente en las salidas políticas al conflicto y por alcanzar un gran acuerdo democrático y patriótico, ante el desmoronamiento de una institucionalidad fracturada irreversiblemente por el narcoparamilitarismo el autoritarismo totalitario y el arrodillamiento ante la Casa Blanca.

Debemos invitar a las comunidades a denunciar la agresión militar del gobierno, que tras la máscara de la confrontación con la guerrilla, masacra civiles para presentarlos como guerrilleros, arrasa labranzas, campos y bosques de reserva con los bombardeos, genera desplazamiento posibilitando el despojo de tierras y a aterrorizando a quienes protestan a través de la amenaza directa, la agresión y el crimen.

Y esforzarnos más por informar sobre los centenares de combates diarios que se libran en campos y ciudades porque el régimen esconde la terrible realidad de la guerra fratricida, de sus bajas y reveses, para transmitir un inexistente ambiente de control oficial en el territorio nacional.

También rechazar la patraña montada alrededor de los supuestos computadores y archivos del Comandante Raúl Reyes, como maniobra y macabra manipulación reeleccionista que busca lesionar a quienes no comparten la estrategia presidencial de la llamada seguridad democrática tras la que se esconde el papel de "cabeza de puente" asignado por el pentágono norteamericano a nuestro país en sus planes de agresión militar contra los pueblos de América Latina buscando recuperar su deteriorada hegemonía imperial.

La indignante decisión de levantar una base militar norteamericana en Colombia, las pretensiones de una segunda reelección, el cáncer de la narco para política que sumieron las instituciones en estado terminal y las propuestas consignadas en la Plataforma Bolivariana deben ser temas de encuentro y unidad, que alienten a los colombianos a la convergencia por la construcción colectiva y acordada de la paz.

Camaradas: la espada de Bolívar permanece desenvainada y en manos de todos aquellos que como nosotros, no descansaremos hasta lograr la justicia social, la democracia y la soberanía soportes verdaderos de la convivencia con que soñamos todos los colombianos.

Un fuerte apretón de manos para todos. .

Por el Secretariado,

Alfonso Cano.

11 julio 2008

Comunicado de las FARC-EP frente a la fuga de los 15 prisioneros de guerra

Comunicado

1. La fuga de los 15 prisioneros de guerra, el pasado miércoles 2 de Julio, fue consecuencia directa de la despreciable conducta de Cesar y Enrique, que traicionaron su compromiso revolucionario y la confianza que en ellos se depositó.

2. Independiente de un episodio como el sucedido, inherente a cualquier confrontación política y militar donde se presentan victorias y reveses, mantenemos vigente nuestra política por concretar acuerdos humanitarios que logren el intercambio y además protejan la población civil de los efectos del conflicto. De persistir en el rescate como única vía, el gobierno debe asumir todas las consecuencias de su temeraria y aventurera decisión.

3. La lucha por liberar a los nuestros y demás combatientes políticos presos siempre estará al orden del día en el conjunto de las unidades farianas, especialmente en su dirección. A todos ellos los llevamos en la mente y en el corazón.

4. El camino por lograr las transformaciones revolucionarias, en ninguna parte del mundo ni en ningún momento de la historia ha sido fácil, por el contrario, y por ello nuestro compromiso se acrecienta ante cada nuevo reto o dificultad.

5. La paz que requiere Colombia debe ser resultado de acuerdos que beneficien a las mayorías, no va a ser la paz de los sepulcros sostenida sobre la corrupción, el terror del Estado, la felonía y la traición. Las causas por las que luchan las FARC-EP siguen vivas, el presente es de lucha y el futuro es nuestro.

Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP

Montañas de Colombia, julio 5 del 2008.

08 julio 2008

Eduardo Galeano: Collar de Historias


Nuestra región es el reino de las paradojas.

Brasil, pongamos por caso:

paradójicamente, el Aleijadinho, el hombre más feo del Brasil, creó las más altas hermosuras del arte de la época colonial;

paradójicamente, Garrincha, arruinado desde la infancia por la miseria y la poliomelitis, nacido para la desdicha, fue el jugador que más alegría ofreció en toda la historia del fútbol;

y paradójicamente, ya ha cumplido cien años de edad Oscar Niemeyer, que es el más nuevo de los arquitectos y el más joven de los brasileños. ***

O pongamos por caso, Bolivia: en 1978, cinco mujeres voltearon una dictadura militar. Paradójicamente, toda Bolivia se burló de ellas cuando iniciaron su huelga de hambre. Paradójicamente, toda Bolivia terminó ayunando con ellas, hasta que la dictadura cayó.

Yo había conocido a una de esas cinco porfiadas, Domitila Barrios, en el pueblo minero de Llallagua. En una asamblea de obreros de las minas, todos hombres, ella se había alzado y había hecho callar a todos.

-Quiero decirles estito –había dicho-. Nuestro enemigo principal no es el imperialismo, ni la burguesía, ni la burocracia. Nuestro enemigo principal es el miedo, y lo llevamos adentro.

Y años después, reencontré a Domitila en Estocolmo. La habían echado de Bolivia, y ella había marchado al exilio, con sus siete hijos. Domitila estaba muy agradecida de la solidaridad de los suecos, y les admiraba la libertad, pero ellos le daban pena, tan solitos que estaban, bebiendo solos, comiendo solos, hablando solos. Y les daba consejos:

-No sean bobos –les decía-. Júntense. Nosotros, allá en Bolivia, nos juntamos. Aunque sea para pelearnos, nos juntamos. *** Y cuánta razón tenía.

Porque, digo yo: ¿existen los dientes, si no se juntan en la boca? ¿Existen los dedos, si no se juntan en la mano?

Juntarnos: y no sólo para defender el precio de nuestros productos, sino también, y sobre todo, para defender el valor de nuestros derechos. Bien juntos están, aunque de vez en cuando simulen riñas y disputas, los pocos países ricos que ejercen la arrogancia sobre todos los demás. Su riqueza come pobreza, y su arrogancia come miedo. Hace bien poquito, pongamos por caso, Europa aprobó la ley que convierte a los inmigrantes en criminales. Paradoja de paradojas: Europa, que durante siglos ha invadido el mundo, cierra la puerta en las narices de los invadidos, cuando le retribuyen la visita. Y esa ley se ha promulgado con una asombrosa impunidad, que resultaría inexplicable si no estuviéramos acostumbrados a ser comidos y a vivir con miedo.

Miedo de vivir, miedo de decir, miedo de ser. Esta región nuestra forma parte de una América Latina organizada para el divorcio de sus partes, para el odio mutuo y la mutua ignorancia. Pero sólo siendo juntos seremos capaces de descubrir lo que podemos ser, contra una tradición que nos ha amaestrado para el miedo y la resignación y la soledad y que cada día nos enseña a desquerernos, a escupir al espejo, a copiar en lugar de crear. *** Todo a lo largo de la primera mitad del siglo diecinueve, un venezolano llamado Simón Rodríguez anduvo por los caminos de nuestra América, a lomo de mula, desafiando a los nuevos dueños del poder:

-Ustedes –clamaba don Simón-, ustedes que tanto imitan a los europeos, ¿por qué no les imitan lo más importante, que es la originalidad?

Paradójicamente, era escuchado por nadie este hombre que tanto merecía ser escuchado. Paradójicamente, lo llamaban loco,

porque cometía la cordura de creer que debemos pensar con nuestra propia cabeza,

porque cometía la cordura de proponer una educación para todos y una América de todos, y decía que al que no sabe, cualquiera lo engaña y al que no tiene, cualquiera lo compra,

y porque cometía la cordura de dudar de la independencia de nuestros países recién nacidos:

-No somos dueños de nosotros mismos –decía -. Somos independientes, pero no somos libres. *** Quince años después de la muerte del loco Rodríguez, Paraguay fue exterminado. El único país hispanoamericano de veras libre fue paradójicamente asesinado en nombre de la libertad. Paraguay no estaba preso en la jaula de la deuda externa, porque no debía un centavo a nadie, y no practicaba la mentirosa libertad de comercio, que nos imponía y nos impone una economía de importación y una cultura de impostación.

Paradójicamente, al cabo de cinco años de guerra feroz, entre tanta muerte sobrevivió el origen. Según la más antigua de sus tradiciones, los paraguayos habían nacido de la lengua que los nombró, y entre las ruinas humeantes sobrevivió esa lengua sagrada, la lengua primera, la lengua guaraní. Y en guaraní hablan todavía los paraguayos a la hora de la verdad, que es la hora del amor y del humor.

En guaraní, ñe'é significa palabra y también significa alma. Quien miente la palabra, traiciona el alma.

Si te doy mi palabra, me doy. *** Un siglo después de la guerra del Paraguay, un presidente de Chile dio su palabra, y se dio.

Los aviones escupían bombas sobre el palacio de gobierno, también ametrallado por las tropas de tierra. Él había dicho:

-Yo de aquí no salgo vivo.

En la historia latinoamericana, es una frase frecuente. La han pronunciado unos cuantos presidentes que después han salido vivos, para seguir pronunciándola. Pero esa bala no mintió. La bala de Salvador Allende no mintió.

Paradójicamente, una de las principales avenidas de Santiago de Chile se llama, todavía, Once de Setiembre. Y no se llama así por las víctimas de las Torres Gemelas de Nueva York. No. Se llama así en homenaje a los verdugos de la democracia en Chile. Con todo respeto por ese país que amo, me atrevo a preguntar, por puro sentido común: ¿No sería hora de cambiarle el nombre? ¿No sería hora de llamarla Avenida Salvador Allende, en homenaje a la dignidad de la democracia y a la dignidad de la palabra? *** Y saltando la cordillera, me pregunto: ¿por qué será que el Che Guevara, el argentino más famoso de todos los tiempos, el más universal de los latinoamericanos, tiene la costumbre de seguir naciendo? Paradójicamente, cuanto más lo manipulan, cuanto más lo traicionan, más nace. Él es el más nacedor de todos.

Y me pregunto: ¿No será porque él decía lo que pensaba, y hacía lo que decía? ¿No será que por eso sigue siendo tan extraordinario, en este mundo donde las palabras y los hechos muy rara vez se encuentran, y cuando se encuentran no se saludan, porque no se reconocen? *** Los mapas del alma no tienen fronteras, y yo soy patriota de varias patrias. Pero quiero culminar este viajecito por las tierras de la región, evocando a un hombre nacido, como yo, por aquí cerquita.

Paradójicamente, él murió hace un siglo y medio pero sigue siendo mi compatriota más peligroso. Tan peligroso es que la dictadura militar del Uruguay no pudo encontrar ni una sola frase suya que no fuera subversiva, y tuvo que decorar con fechas y nombres de batallas el mausoleo que erigió para ofender su memoria.

A él, que se negó a aceptar que nuestra patria grande se rompiera en pedazos;

a él, que se negó a aceptar que la independencia de América fuera una emboscada contra sus hijos más pobres,

a él, que fue el verdadero primer ciudadano ilustre de la región, dedico esta distinción, que recibo en su nombre.

Y termino con palabras que le escribí hace algún tiempo: 1820, Paso del Boquerón. Sin volver la cabeza, usted se hunde en el exilio. Lo veo, lo estoy viendo: se desliza el Paraná con perezas de lagarto y allá se aleja flameando su poncho rotoso, al trote del caballo, y se pierde en la fronda.

Usted no dice adiós a su tierra. Ella no se lo creería. O quizás usted no sabe, todavía, que se va para siempre.

Se agrisa el paisaje. Usted se va, vencido, y su tierra se queda sin aliento.

¿Le devolverán la respiración los hijos que le nazcan, los amantes que le lleguen? Quienes de esa tierra broten, quienes en ella entren, ¿se harán dignos de tristeza tan honda?

Su tierra. Nuestra tierra del sur. Usted le será muy necesario, don José. Cada vez que los codiciosos la lastimen y la humillen, cada vez que los tontos la crean muda o estéril, usted le hará falta. Porque usted, don José Artigas, general de los sencillos, es la mejor palabra que ella ha dicho.

03 julio 2008

Pascual Serrano: Las FARC ya habían expresado a delegados europeos con los que se habían reunido su disposición a liberar los rehenes

Por: rebelión
www.pascualserrano.net

A pesar de que el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, ha presentado como una brillante operación de inteligencia militar la liberación de Ingrid Betancourt y otros catorce secuestrados de las FARC, la realidad es que se ha producido justamente cuando dos delegados europeos, el francés Noel Sáez y el suizo Jean Pierre Gontard, habían entrado en contacto con la dirección de la guerrilla para plantear la liberación. Las FARC habían expresado ya su intención al respecto, y el gobierno había autorizado los contactos, a los cuales hacía estrecho seguimiento.

El pasado 1 de julio un comunicado del Ejecutivo colombiano leído por el secretario de prensa del palacio presidencial, César Mauricio Velásquez, señalaba que dos delegados europeos

ingresaron en los últimos días a Colombia y pidieron al Gobierno autorización para desplazarse a ese encuentro directo con el secretariado (cúpula) de las FARC, autorización que el Gobierno concedió.

También el diario español El País recogía este asunto el mismo día 1:

Bogotá ha autorizado la reunión de dos negociadores europeos para discutir las condiciones para futuros encuentros par discutir el futuro de los secuestrados por las FARC, según han informado los medios colombianos. El antiguo cónsul francés en Bogotá, Noël Sáenz y el diplomático suizo Jean-Pierre Gontard partieron a comienzos del pasado fin de semana hacia un punto de encuentro en las montañas que el gobierno no ha facilitado y podrían haberse reunido ya con miembros del secretariado de la guerrilla, el principal órgano directivo, e incluso con el nuevo líder de las FARC, Alonso Cano.

Según este diario:

Las FARC se han declarado dispuestas a canjear a 40 secuestrados, Betancourt entre ellos (también con nacionalidad francesa), tres estadounidenses, así como a otros políticos, policías y miembros del Ejército colombiano, por cerca de 500 guerrilleros presos. Entre los presos que las FARC aspiran a canjear, figuran tres extraditados a Estados Unidos. Uno de ellos, Ricardo Ovidio Palmera, Simón Trinidad.

Según el diario francés Le Figaro, los emisarios francés, Noel Sáez, y el suizo, Jean-Pierre Gontard, se habían reunido el pasado domingo o lunes en la selva colombiana con una persona próxima al nuevo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Alfonso Cano.

Ya dos semanas antes , fuentes próximas al Elíseo indicaron que Francia había logrado entablar contacto con el nuevo secretariado de las Farc, si bien el embajador francés en Colombia lo desmintió entonces.

En Colombia, el diario El Tiempo, cercano al gobierno, reconocía que dos delegados internacionales se podrían haber reunido con Alfonso Cano:

Los encargados de la gestión son el francés Noel Saez y el suizo Jean Pierre Gontard, autorizados por el Gobierno para las gestiones con el grupo subversivo en busca de liberar a los secuestrados.
Una fuente de la Casa de Nariño confirmó que "desde hace tres días los dos europeos iniciaron el recorrido para concretar el encuentro" en una zona que no determinó.

La misma fuente no descartó que la reunión haya sido con el jefe guerrillero que reemplazó a Manuel Marulanda Vélez 'Tirofijo', quien murió el pasado mes de marzo.

Eso significaría que los canales de comunicación de las Farc, prácticamente cerrados tras la muerte de 'Raúl Reyes' el pasado primero de marzo, empezaron a abrirse nuevamente.

Gobierno dio garantías

"El Gobierno les está garantizando a los dos facilitadores el avance para esos contactos. Se les dieron las facilidades para que la reunión fuera exitosa", señaló el funcionario.

Desde la Casa de Nariño también se informó que los dos diplomáticos les iban a pedir a las FARC que acepten la propuesta de una zona de encuentro para iniciar diálogos en torno a un eventual intercambio humanitario.

La versión del gobierno colombiano sobre la liberación es que militares infiltrados en la guerrilla habían embaucado al comandante César de las FARC para concentrar a los retenidos y subirlos a un helicóptero que resultó ser del ejército camuflado, haciendo creer al mando guerrillero que se dirigían hasta donde se encontraba Alfonso Cano, máximo jefe de las FARC. La duda que se cierne sobre esta versión es si los guerrilleros que custodiaban a los secuestrados ya tenían orientaciones destinadas a una inminente liberación, y de ahí su fácil e ingenua disposición a colaborar en tan sospechoso traslado. O hasta qué punto la liberación ya estaba acordada entre la dirección de las FARC y los mediadores enviados por Francia y, en el último momento, el ejército colombiano interceptó la liberación para presentarla como una operación militar exitosa.

En realidad sería una operación similar a la sucedido cuando el bombardeo al campamento de Raúl Reyes en Ecuador. En aquella ocasión el gobierno colombiano supo que se estaba gestando la liberación y prefirió eliminar militarmente a los portavoces guerrilleros aunque se abortara esa liberación, mientras que en este caso la hubieran interceptado pilotando ellos la liberación para presentarla como un éxito exclusivamente militar y gubernamental.